"Prefiero llamarla "la mar" porque es bella, ondulante, misteriosa, insinuante y peligrosa. Cómo una mujer hermosa. En ocasiones se enfada pero es amable y tierna, como una madre (de hecho lo es). Al casarse con el Padre Sol se transformó en la fuente de la vida, y para los que podemos leer sus azules ondas, es tambien una fuente de felicidad. De ella salimos, y a ella volveremos, todo es cuestión de tiempo."
7 de noviembre de 2004
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